
Actualizado el sábado, 4 marzo, 2023
Tickets para ver la Última Cena de Leonardo
En pleno centro de Milán, en la Iglesia de Santa María delle Grazie, encontramos unas de las obras de arte más conocidas y universales, La Última Cena de Leonardo da Vinci. Un mural que ha inspirado las más imaginativas teorías y cuyo delicado estado de conservación ha impuesto un régimen de visitas especial y restringido. Reserva con nosotros tu entrada sin colas para ver la última cena en Milán y no te pierdas esta visión única.
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Visitar La Última Cena de Milán
Dijo Vasari que Leonardo logró entrar en la mente de los apóstoles y expresar el sentimiento de cada uno ante la traición a Jesús. En sus caras se puede ver el amor, la indignación, el miedo y el dolor. Y efectivamente así fue. El mural está inspirado en el pasaje de «La última cena» de Jesucristo con sus apóstoles antes de la traición de Judas. La obra es un estudio de las reacciones ante este anuncio y es muy rica en referencias simbólicas, como la bolsa de oro que oculta el propio Judas o el cuchillo que sostiene Pedro como soldado protector de Jesús.
La célebre composición es estructura en un triángulo equilátero con Jesucristo como punto central en una muestra del ideal geométrico del neoplatonismo uniendo aspectos de la filosofía griega con la teología cristiana mostrando a Jesús como manifestación del cielo en la Tierra, con un fondo natural y paisajístico que muchos consideran el paraíso.
Los doce apóstoles se organizan en 4 grupos de 3, coincidiendo con el número de ventanas. El tres o la triada se relaciona con la Santísima Trinidad.
Esta variada simbología ha despertado muchas teorías de todo tipo, incluyendo las célebres que ven a una mujer entre el grupo de apóstoles y aluden a una hipotética estirpe sagrada de Jesús que continuó tras su muerte y que inspiró a libros como El Código Da Vinci.
Estado actual
El estado de la obra siempre ha sido muy precario y el motivo principal es que Leonardo utilizó en su elaboración una técnica novedosa que resultó fallida con el tiempo. Ya a los pocos años de su creación empezó a deteriorarse y en los 500 años que han transcurrido desde entonces ha estado seriamente comprometida debido a su localización, materiales y técnica usada, muy sensible a la humedad y al polvo. Tampoco ayudaron las malas restauraciones que se llevaron a cabo. Sin contar la bomba que en el contexto de la II Guerra Mundial calló sobre la Iglesia y destruyó gran parte del refectorio donde se encuentra.
Hoy el principal problema es la afluencia de turistas, controlada por un cupo diario organizado por turnos y con entrada reservada.
La visita
La obra de Leonardo se puede visitar en directo en el refectorio de la Iglesia de Santa María delle Grazie con un sistema de visitas tasadas que requiere reserva previa. Las entradas se suelen agotar con mucha antelación por lo que conviene reservar con tiempo. Si el turno oficial se ha agotado, existen agencias que ofrecen la visita con un pequeño sobrecoste.
Se puede permanecer viendo la obra unos 15 minutos y el acceso se realiza mediante una serie de cámaras estancas que aseguran la salud de la obra, cuidando las condiciones ambientales.
Mira este enlace con consejos para ver la Última Cena en Milán.
Es sin duda uno de los puntos fuertes de tu visita a Milán, no te lo puedes perder.
Interpretación de la Última Cena: ¿Por qué es importante?
La Última Cena ciertamente había sido pintada antes que Leonardo en innumerables ocasiones, pero la versión de este genio fue innovadora. Leonardo superó las típicas interpretaciones serias y sin vida de la escena.
La pintura de Leonardo parece viva, es casi un viaje de realismo emocional. Las reacciones de los apóstoles abarcan toda una gama de emociones. Están agitados, usando gestos agitados. Solo Cristo sereno aporta calma en el mar de caos.
Judas se muestra en la sombra y debajo de los demás. Su cabeza está ligeramente torcida, presagiando su cruel final
Tomás levanta su dedo índice, quizás aseverando que él no es el culpable. Curiosamente, Rafael utilizó exactamente este mismo gesto cuando pintó a Leonardo como Platón en la Escuela de Atenas, que se encuentra en los Museos Vaticanos.
Leonardo retrata a los apóstoles como personas comunes sin los atributos de santidad. Para subrayar el realismo, Leonardo preparó una comida sencilla del Milán del siglo XV. La mesa, los utensilios y el mantel coinciden con los que usaban los frailes que verían ese fresco cuando comían en el refectorio.
La leyenda sostiene que Leonardo usó rostros de personas que conocía. Visitó las cárceles en busca de la persona perfecta para encarnar al malvado Judas. Algunos historiadores del arte piensan incluso que San Juan el Menor es un autorretrato.
Leonardo también describe el momento fundacional de la Eucaristía. Cristo muestra el pan y el vino. Les da a los discípulos instrucciones explícitas sobre cómo recordarlo en el futuro usando la metáfora de la comida y la bebida. Los cristianos la consideran la primera celebración de la Eucaristía.
Matemático y pintor, La última cena de Leonardo es también una obra maestra de la perspectiva de un solo punto. Cada elemento dirige la atención a la cabeza de Cristo. Para lograr este efecto, Leonardo colocó un orificio para un clavo en el medio de la pintura y tiró de cuerdas en direcciones radiales para ayudar en la ejecución de la pintura. Ese orificio se ha encontrado en restauraciones recientes.
Significados ocultos en la última cena
A diferencia de lo que ha teorizado Dan Brown, a da Vinci no le gustaban los símbolos oscuros. Pero, como todo pintor, nos dejó algunos detalles curiosos en La última cena.
Primero, muchos han reflexionado sobre quién se sienta realmente al brazo derecho de Cristo. La figura de San Juan no tiene barba ni es «masculina». De hecho, parece bastante femenino. Esto llevó a algunos estudiosos a especular que Da Vinci no estaba representando a Juan en absoluto, sino a María Magdalena.
Pero esto es dudoso. Hubiera sido una herejía descarada por parte de Leonardo … en una habitación donde los monjes veían la pintura a diario. Además, la Biblia misma coloca a Juan, no a María Magdalena, en la cena. Leonardo también era conocido por pintar hombres andróginos con rizos exuberantes, era un recurso relativamente común en la época.
El pan en la mesa también es interesante. En 2007, un músico italiano descubrió que los panecillos y las manos de los apóstoles se alinean para hacer una composición musical de 40 segundos. La arquitectura de la pintura también refleja las proporciones musicales pitagóricas.
La Última Cena contiene una serie de alusiones al número tres. En el arte católico, el tres representa la divinidad o la Santísima Trinidad. Hay 3 ventanas, los apóstoles están en 3 grupos y Jesús tiene una forma triangular.
También se teoriza que La Última Cena es una representación del sistema solar y el zodíaco. Cada apóstol refleja la característica de los 12 signos. Por ejemplo, Cristo es el Sol que ilumina la escena con su luz divina. Judas sustituye a Escorpio en la posición de Marte, signo de muerte.
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Entradas para la última Cena en Milán
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