
Actualizado el domingo, 1 diciembre, 2019
La Venus de Urbino
La Venus de Urbino es una de las grandes obras de Tiziano que hoy podemos contemplar en la Galería Uffizi de Florencia. Es un cuadro terminado en 1538 por encargo del Duque de Urbino, Guiobaldo II della Rovere, como regalo a su mujer y desde luego, el Duque quiso llenar de significado su presente, en un cuadro alegórico lleno de belleza y símbolos para el observador más avezado.
El cuadro representa la alegoría del matrimonio, con mensajes sobre el erotismo, la fidelidad y la maternidad, tal vez como recordatorio a la esposa en su relación con su marido.
Venus es la alegoría erótica, la diosa del amor que mira sensualmente al espectador con su impresionante belleza y su cuerpo suave y claro que contrasta con la oscuridad del fondo. Junto a Venus, yace un perro, que es el símbolo de la fidelidad, mientras que en la escena de atrás una señora parece observar a una niña en lo que parece una clara representación del cuidado y la maternidad.
No era desde luego una obra para ser expuesta en público. De hecho era un regalo personal para ser contemplado en el hogar. Hoy afortunadamente lo podemos contemplar todos con admiración, disfrutar de sus colores y contrastes, de sus significados y alusiones y de su éxito a la hora de representar el ideal de belleza femenina en el renacimiento, con sus notas de amor, belleza y fertilidad.
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